domingo, 9 de mayo de 2010

Este es nuestro día

Seamos cómplices en la locura
de romper las líneas establecidas,
derrumbar las paredes sofocantes,
y de vivir unidos en una duda.

Seamos cómplices en el odio de la gente,
fecundado a través de su apañada vista.
Borremos los límites, ignoremos las aristas
y salgamos a destrozar, que hoy se puede.

Porque este y todos son nuestro día.
Y juntaremos los recuerdos y silencios,
con las notas de materiales preciosos
para hacer una envolvente melodía.

No importa si nos persiguen las turbas
con trinches y antorchas encendidas,
tampoco si se cargan con artillería,
estoy seguro de que será gente burda.

Pero si no cesan la persecución,
tendremos que dividirnos
para despistar al enemigo
hasta que pierda la munición.

Que nuestro camino se bifurque
y cedan las flores a nuestros deseos
de ser mutiladas pétalo a pétalo
en juegos creados por y para ciegos.

Porque a pesar de todo, en la distancia,
vivirá una inseguridad canalla,
que nos cubrirá la piel con llagas
y nos hará irreconocibles sin confianza.

Será entonces que llegaremos
a ese rutinario y frío desierto
desconocedor del tiempo…
para olvidar lo que fuimos.


José Amilcar Herrera Castro

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