que me dejen ver algo y me limiten otro tanto,
y me lleven al frente,
pero no hagan de lado a los lados.
Busco una soga que aguante lo que deba,
para que se rompa y me enseñe que siento:
me libre de los estanques de fango
pero no deje tocar las avalanchas del cielo.
Busco un hubiera que exista,
que una los retazos náufragos del pasado,
emisores desesperados de señales humeantes,
necesitados de aguja y palabras confeccionadoras.
Busco aquella flor de un solo jardín,
que no sea de plástico y huela bien,
pero no tanto que me acostumbre
y duela dejar ir arribada podredumbre.
Busco alguien más linda que se recargue en mis brazos.
Otra sombra que seguir y otra silueta
que se quede plasmada en mis ojos después cerrarlos,
como la circunferencia del astro.
Busco tenerla de frente un día,
no ser yo quien camine con la pierna rota.
Cambiar los papeles y decirle
que me convenza con un beso a solas.
Busco el don de perdonar
y de las expresiones moderadas.
También enterrar el orgullo,
volverme a prueba de esas balas llamadas palabras.
Busco un tesoro que no he podido encontrar,
sigo el camino, a veces creo encontrarme a lado de la cruz.
Resulta que los mapas son falsos, se apaga la luz
y al final tengo que levar anclas, buscar en otro mar…
José Amilcar Herrera Castro
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