viernes, 30 de julio de 2010

Soneto al sueño frustrado

Puertas abiertas. Los planos convergen.
Se viven los retazos del ensueño
en galerías de oro sin su dueño;
con mujeres que ganan y no pierden.

Y uno juega entre suaves lirios verdes,
cuando se disfraza el macabro estruendo
y del suelo, se toma como un trueno.
Puertas cerradas. Los planos divergen.

Entre el sopor y la fría negrura
de mi burla el insomnio volador,
despreciable volador del descanso.

Con su afilada estaca y nube oscura,
roba modorra sin causar ardor
y desquicia la noche con su paso.


José Amilcar Herrera Castro

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